Tip s lud ble 3 razones para consumir conservas Nutrición garantizada: conservan una gran parte de los nutrientes y permiten disfrutar de productos de temporada todo el año. Cero desperdicio: al tener una larga caducidad –entre 1 y 5 años–, evitan el desperdicio de comida. Practicidad total: no necesitas refrigeración y se abren en segundos. Son perfectas para comidas o cenas improvisadas. Para los que se cuidan sin renunciar al sabor Si buscas reducir el sodio en tu dieta sin perder calidad Maíz sin sal ni azúcar: dulce sabor natural. Pechuga de pavo al punto de sal: ligereza y sabor equilibrado. Pechuga de pollo natural: proteína lista para comer sin excesos de sal. A B D E C NUTRI-SCORE A A D E C NUTRI-SCORE B Tip sludble Personaliza tu despensa: procura tener siempre a mano latas versátiles como garbanzos, atún al natural, maíz o pimientos asados. Te salvarán de cualquier imprevisto y podrás elaborar una ensalada rápida, salsas exprés o un aperitivo. Revisa antes de abrir: si una lata está hinchada, oxidada o muy golpeada, mejor no arriesgarse. Podría haber perdido el sellado y permitir la entrada de bacterias. Aprovecha los jugos, porque no se tira nada. El escabeche de mejillones y berberechos es un potenciador de sabor en arroces, ensaladas o, incluso, para marinar pollo o tofu. Y el aceite de las conservas de pescado puedes usarlo en aliños, salteados o para hacer mayonesa casera con un toque de mar. Deja reposar los pescados en conserva unos minutos antes de servir para realzar su sabor. Si te sobra, traslada el contenido a un bol de cerámica o cristal, conserva en la nevera o congela, según el tiempo que estimes para su próximo uso. #AlimentaLoQuePiensas