EL VIAJE DE LA ANCHOA Un día en el puerto de Getaria Noche en alta mar empieza la aventura Mientras tú duermes, en la oscuridad del Cantábrico, decenas de barcos zarpan desde puertos como Getaria. Los marineros ya saben que la noche será larga. Van en cuadrilla, en busca de los bancos de anchoa que se acercan a la costa en esta época del año. Hay que esperar a que asome el primer rayo de sol para que aparezca el esperado banco. Entonces, se lanza la red, rodeándolas con la técnica tradicional del cerco, que solo atrapa lo que se quiere: anchoas de tamaño adecuado. Es un arte cuidadoso, respetuoso con el mar y por eso tiene el Sello Azul MSC. Una vez recogidas, los pescadores colocan las capturas en cajas con hielo. Todo lo hacen rápido, pero con mimo. Porque saben que la frescura empieza a contarse desde el minuto uno.