“Todavía recuerdo cuando salieron los primeros productos marca EROSKI. En envases blancos y bastante más baratos que los de otras marcas. Es más, recuerdo que entre ellos estaba el detergente, el tomate frito, el café, las galletas María y las aceitunas. En los corrillos no se hablaba de otra cosa: ¡Qué bueno que un supermercado por fin diera un paso al frente para sacar productos más baratos! ¡Y encima con la misma calidad! Entiendo que no sería fácil ir a contracorriente, pero al igual que yo, muchas familias lo agradecieron. Hoy en día, otros supermercados han seguido sus pasos, pero yo sigo siendo fiel a EROSKI, sobre todo por su calidad y por los productos locales”. Porque siempre lo he sido Txaro Otaola, socia de EROSKI club en Bizkaia.